Las 3 dimensiones del protocolo familiar: familia

El protocolo familiar debe estructurarse sobre tres ejes: personas, familia y empresa. Solo así se podrá conseguir un protocolo efectivo que asegure no solo la continuidad de la empresa sino también el bienestar de la familia empresaria.

Tras analizar la dimensión de personas, en este artículo veremos los aspectos relacionados con la familia que debería contemplar el protocolo familiar.

La armonía entre familia y empresa

La familia es una organización que se rige por unos objetivos y reglas distintos a los de una empresa, y en las empresas familiares hay que encajar en armonía ambos entornos (familia y empresa) para que se complementen y ninguno perjudique al otro.

El protocolo familiar debe estructurarse sobre tres ejes: personas, familia y empresa, para ser realmente efectivo.

Es fundamental entender que, en lo familiar, la clave para lograr el consenso es la fuerza del afecto, mientras que en el ámbito mercantil se busca el consenso a través del derecho de voto.

Igual que la empresa, la familia empresaria también tiene sus propios retos de mejora, que deberían considerarse en el proceso de elaboración o revisión del protocolo familiar.

Como ya vimos en el primer artículo de esta serie, el protocolo ha de ser una hoja de ruta para fortalecer y mejorar el funcionamiento familiar, y para lograr aumentar el bienestar de los miembros de la familia.

Diagnosticar la salud de la familia empresaria

Para analizar y diagnosticar el funcionamiento de la familia existen herramientas como el Test de Olson, una prueba muy sencilla basada en 20 preguntas que permite medir la salud de la familia a partir de dos aspectos: la cohesión y la adaptabilidad.

Herramientas profesionales como ésta ayudan medir el grado de flexibilidad y adaptabilidad de la familia para afrontar los diferentes retos que aparecen en cada momento generacional.

Separar adecuadamente los dos sistemas de gobierno, el familiar y el empresarial, es fundamental para tomar las decisiones más adecuadas en cada uno de estos ámbitos.

Los resultados obtenidos en estas pruebas son muy útiles para establecer líneas de trabajo específicas, como por ejemplo potenciar al máximo las capacidades y habilidades de los miembros de la familia.

Órganos de gobierno separados

Separar adecuadamente los dos sistemas de gobierno, el familiar y el empresarial, es fundamental para tomar las decisiones más adecuadas en cada uno de estos ámbitos. Cada familia debe encontrar los órganos de gobierno familiares más adecuados según el momento generacional en el que se encuentre, la estructura de propiedad, etc.

Dependiendo del momento generacional y de las circunstancias de los miembros de la familia hay que establecer el instrumento más adecuado (consejo de familia, consejo de propietarios, asamblea familiar) para debatir los temas de interés y tomar decisiones como familia empresaria.

En el próximo artículo analizaré la tercera dimensión clave del protocolo familiar: la empresa.

Foto de Teo Zac en Unsplash

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