Las 5 reglas de oro para evitar conflictos en la empresa familiar
Las discrepancias son naturales en cualquier contexto social y la empresa familiar no es una excepción.
Si no se gestionan adecuadamente, estas discrepancias pueden convertirse en conflictos. Por eso la clave está en cómo gestionamos estas tensiones cuando aparecen para evitar que deriven en conflicto.
Esto no significa que todos los miembros de la familia tengan que pensar lo mismo, sino que todas las personas deben respetar las opiniones de los demás.
En la empresa familiar, todos los conflictos tienen las mismas raíces: el poder, el dinero y el trabajo en la empresa. Estos son los ámbitos que generan tensiones entre los miembros de la familia propietaria.
Es importante entender esto y que ninguna familia empresaria caiga en el error de sentirse inmune al conflicto. Infravalorar estos riesgos puede convertir tensiones y desencuentros en serios problemas que deriven en conflictos que pongan en peligro la continuidad del legado empresarial.
La discrepancia es algo natural en cualquier contexto social y puede ser una oportunidad de mejora si se gestiona adecuadamente.
Aplicar estos consejos ayudará a evitar el conflicto en la empresa familiar:
- Tratar a la empresa como empresa, y a la familia como familia
- Anticiparse para evitar las sorpresas
- Contar con estructuras de gobierno y de gestión
- Prestar atención a los ritmos de crecimiento
- Aprender de la experiencia y evitar los errores cometidos anteriormente
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