El desafío de la sucesión en la visión de la empresa familiar

La sucesión es el mayor reto al que se enfrentan las empresas familiares. Se trata de un desafío intrínseco al concepto de legado.

La complejidad de este proceso radica en su impacto multidimensional: afecta tanto a las personas involucradas —predecesores y sucesores— como a la empresa y la familia en su conjunto.

Y no solo eso, además la sucesión debe abordarse a distintos niveles: desde la propiedad y el gobierno hasta la gestión de la empresa.

Preservar el legado

Uno de los aspectos que a menudo queda en el tintero o no se aborda con el realismo necesario es la sucesión en la visión de la empresa.

En este sentido, resulta clave preguntarse (y responder honestamente) si la empresa tiene una suficiente competitividad para ser transferida a la siguiente generación.

La sucesión es un proceso multidimensional que además debe abordarse a distintos niveles, desde la propiedad y el gobierno hasta la gestión de la empresa.

La responsabilidad de cada generación es cuidar, mejorar y desarrollar la empresa que recibe, con el fin de pasarla a la siguiente generación en las mejores condiciones posibles.

Sin embargo, dependiendo del modelo de negocio, los cambios en el entorno, los mercados, la competencia, y los cambios regulatorios y tecnológicos pueden llevar a que este modelo de negocio quede obsoleto.

En estos casos, puede ser necesario refundar la empresa. Profundizaré en este tema en otro post.

Tomar este tipo de decisiones es difícil, y la tentación de posponerlas y confiar en la inercia de la empresa es grande, pero debería evitarse.

Uno de los aspectos que a menudo no se aborda con el realismo necesario es la sucesión en la visión de la empresa.

Como propietaria, la familia empresaria debe guiar la visión de la empresa, mientras que corresponde a los órganos de gobierno y la dirección traducir esa visión en planes estratégicos y de negocio efectivos.

No hay que olvidar que la planificación estratégica es inútil sin una visión estratégica, como dijo John Naisbitt.

Leer artículo original en el blog de Empresa familiar del IESE.

Foto de Javier Allegue Barros en Unsplash

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *