El proceso de sucesión en la empresa familiar: ¿película o serie inacabada?

En toda empresa familiar, tarde o temprano llega el momento de afrontar la sucesión. Sin embargo, algunas empresas fracasan en este proceso por un error común: no contar con un plan de sucesión diseñado con criterios profesionales, claro y consensuado entre predecesores y sucesores.

El riesgo de no hacerlo es grande. Sin un plan, la sucesión se convierte en una serie inacabada, con demasiadas temporadas, que amenaza la estabilidad de la empresa, la unidad familiar y el bienestar de sus miembros. Por eso, la sucesión debe ser una película con un principio, un final claro y un guion bien escrito.

Un buen guion, la clave del éxito

Como decía Alfred Hitchcock: “Para hacer una buena película necesitas tres cosas: el guion, el guion y el guion.” En el caso de la empresa familiar, este guion es el protocolo familiar, que establece las reglas del juego del proceso de sucesión.

Un protocolo bien diseñado:

  • Se enfoca en las personas, y tiene en cuenta sus circunstancias, sueños y preocupaciones.
  • Fomenta acuerdos claros para avanzar sin conflictos en el desarrollo de la empresa familiar.

Los actores principales

Toda película necesita actores comprometidos. En el caso de la sucesión, hay cuatro papeles clave:

  1. Los predecesores:
    • Es esencial identificar su arquetipo: ¿son monarcas, generales, emperadores o embajadores?
    • Es importante trabajar en sus “irrenunciables” y en su preparación para ayudarles a ceder el mando.
  2. Los sucesores:
    • La elección debe ser objetiva, basada en méritos y no en lazos emocionales.
    • Es clave respetar sus proyectos de vida, motivándoles a tomar el testigo con firmeza y confianza, como en las carreras de relevos de atletismo.
  3. La empresa:
    • Es vital institucionalizarla y separar claramente los roles de propiedad, gobierno y dirección.
    • Hay que evolucionar hacia una toma de decisiones colegiada, no personalista.
  4. La familia:
    • El consejo de familia es el espacio ideal para lograr cohesión, compromiso y comunicación.
    • Conviene gestionar las emociones y expectativas antes de que se desate un “tsunami emocional” cuando haya que tomar decisiones críticas.

El público también importa

Los stakeholders de la empresa –empleados, proveedores y clientes, entre otros– son el público de esta película. Cuando la sucesión se gestiona bien, los públicos se sienten tranquilos, y confían en la continuidad y el futuro de la empresa.

¿Cuándo empezar? ¡Ayer!

En mis años trabajando con empresas familiares me han preguntado en muchas ocasiones: ¿cuándo es el mejor momento para empezar a planificar la sucesión?

Mi respuesta siempre es la misma: ayer.

Adaptación de un post publicado originalmente en el Blog de empresa familiar del IESE

Imagen creada con Dall·e

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