Las raíces de los conflictos en la empresa familiar y cómo abordarlos desde el Consejo de familia

Todas las familias empresarias están expuestas a ciertos «riesgos» o «dolencias» que pueden amenazar tanto la armonía familiar como la prosperidad de la empresa, como ya expliqué en este post. En este artículo quiero profundizar en cuáles son las «patologías» más comunes que he identificado tras 30 años de experiencia asesorando a empresas familiares, y cómo podemos prevenirlas con éxito.

Las tres causas principales: poder, dinero y trabajo

Años de experiencia de «quirófano» con empresas familiares me han demostrado una y otra vez que los conflictos suelen surgir de tres fuentes principales: el poder, el dinero y el trabajo dentro de la empresa.

Si estos ámbitos no se gestionan con valores sólidos y límites claros pueden convertirse en verdaderos «brotes epidémicos» que causen malestar en la familia y en la empresa, llevando en algunas ocasiones a situaciones críticas o, en el peor de los casos, a los tribunales.

¿Cómo evitamos llegar a esta situación? El Consejo de familia juega un rol crucial no solo para resolver conflictos, sino para prevenirlos antes de que se conviertan en problemas graves.

La confianza, la comunicación y la transparencia son clave para construir un compromiso sólido con la continuidad de la empresa.

Pacientes «asintomáticos» en la familia

Al igual que en medicina, en las familias también existen «pacientes asintomáticos», aquellos miembros que durante años ocultan sus rencores o reivindicaciones. Es vital que el Consejo de familia realice un trabajo de «limpieza» del pasado, eliminando los resentimientos antes de que estos se contagien a las siguientes generaciones. Solo así podemos garantizar la continuidad y el bienestar de todos.

Las «vacunas» del Consejo de familia

Afortunadamente, el Consejo de familia no solo actúa como órgano de prevención, sino que también dispone de tres «vacunas» infalibles para proteger la salud de la familia empresaria:

  1. Centrarse en las personas: cuidando del bienestar integral de cada miembro de la familia.
  2. Fortalecer las relaciones: es esencial establecer normas y formas para mantener buenas relaciones interpersonales, con el objetivo no solo de estar juntos, sino de permanecer unidos.
  3. Compromiso con la continuidad: la confianza, la comunicación y la transparencia son clave para construir un compromiso sólido con la continuidad de la empresa.

Es vital que el Consejo de familia realice un trabajo de «limpieza» del pasado, eliminando los resentimientos antes de que estos se contagien a las siguientes generaciones.

La receta para una empresa familiar sana

Al final del día, la «receta» está clara: pongamos en marcha al Consejo de familia cuanto antes para «cuidar» a las personas, prevenir conflictos y asegurar que la «salud» de la familia y de la empresa se mantenga fuerte. De esta manera, podremos legar a las siguientes generaciones una empresa sana y en las mejores condiciones.

Foto de Derek Finch en Unsplash

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