¿Meritocracia o afecto en la empresa familiar? Un equilibrio esencial

En las empresas familiares, determinar los roles que quieren, pueden y deben desempeñar los familiares es un aspecto crucial que debe abordarse en todas las etapas y generaciones. Este proceso puede ser complejo, ya que en algunas ocasiones las emociones influyen más que los criterios objetivos y esto puede afectar a la toma de decisiones.

Así como se aconseja a los cirujanos no operar a familiares cercanos por el sesgo emocional, en las empresas familiares se debe reconocer esta influencia emocional, y establecer criterios y mecanismos para asegurar que se toman las decisiones acertadas.

En algunas ocasiones, las emociones influyen más que los criterios objetivos a la hora de definir los roles en la empresa familiar y esto puede afectar a la toma de decisiones.

La importancia de la formación

Los roles que los miembros de la familia propietaria pueden desempeñar en su empresa familiar son diversos: accionista, consejero, máximo directivo, directivo y empleado.

Cada uno conlleva responsabilidades específicas y demanda ciertas capacidades para su correcto desempeño. Es un error asumir que estas capacidades se heredan automáticamente, por eso la formación de calidad es esencial.

Definir claramente los roles

La situación se complica cuando hay familiares que asumen varios roles al mismo tiempo. Si no se clarifican estos roles y se establecen los foros colegiados adecuados, es probable que surjan problemas.

El autoconocimiento y la humildad son mecanismos de protección esencial, porque evitan que se acepten cargos para los que no se tiene la preparación necesaria.

Guiarse por la meritocracia y seguir las reglas del mercado a la hora de asignar roles en la empresa familiar es crucial.

Profesionalizar los procesos de selección

En el ámbito empresarial, es crucial aplicar procesos profesionales en la selección, nombramiento y evaluación de los cargos. Esto garantiza mayor objetividad en las decisiones relacionadas con los roles que desempeñan los miembros de la familia en la empresa.

También es esencial que todas las personas acepten las decisiones que se desprendan de estos procesos. Conviene tener presente que se toman en beneficio de la empresa familiar y de todos sus miembros.

El autoconocimiento y la humildad evitan que se acepten cargos para los que no se tiene la preparación necesaria.

En resumen, guiarse por la meritocracia y seguir las reglas del mercado a la hora de asignar roles en la empresa familiar es crucial.

En las empresas familiares es esencial encontrar un equilibrio entre el afecto y la meritocracia para asegurar tanto el bienestar emocional de los miembros de la familia como la prosperidad y longevidad de la empresa.

Leer artículo original en el blog de Empresa familiar del IESE.

Foto de Mahbod Akhzami en Unsplash

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