Qué necesitan los accionistas de una empresa familiar para sentirse comprometidos
A medida que las empresas familiares evolucionan, surge un perfil de accionista que merece especial atención: aquel que no ocupa cargos directivos ni forma parte del consejo de administración, pero que sigue desempeñando un papel clave en la estabilidad y continuidad de la empresa.
¿Qué necesita este tipo de accionista para sentirse valorado y comprometido con el futuro de la empresa familiar? Responder a esta pregunta es importante, porque este accionista, al que a veces se le llama “pasivo”, aporta equilibrio y es esencial para el éxito a largo plazo de la empresa.
En este post exploro cuatro aspectos esenciales que las empresas familiares deberían garantizar para atender adecuadamente las expectativas de estos accionistas: liderazgo, dividendos, información y respeto.
Liderazgo inspirador y competente
Los accionistas necesitan confiar en que la empresa está en manos de equipos de gobierno y dirección competentes. Un liderazgo efectivo no solo impulsa los resultados económicos, sino que también fomenta el desarrollo de las personas dentro de la organización.
Además, este liderazgo debe extenderse a la relación con todos los stakeholders y promover una visión emprendedora que garantice la competitividad futura de la empresa. Sin equipos capaces y comprometidos, será difícil mantener el apoyo de los accionistas a lo largo del tiempo.
Dividendos emocionales y económicos
El orgullo de pertenencia y el vínculo emocional con la empresa son fundamentales, pero no deben sustituir la rentabilidad económica. Los accionistas necesitan tener expectativas claras sobre los dividendos que recibirán, tanto para valorar su inversión como para complementar su bienestar personal y familiar.
Aunque lo ideal es que los accionistas vivan de su propio trabajo, los dividendos suelen ser un factor importante para reforzar su compromiso con la empresa familiar.
Información precisa (accountability)
Un derecho esencial de los accionistas es recibir información transparente y precisa sobre la empresa. Pero esto no es suficiente: se requiere un esfuerzo adicional por parte de los equipos de gobierno y dirección para reportar de manera clara y dar explicaciones recurrentes sobre temas relevantes.
Esta comunicación debe ir acompañada de la formación adecuada para que los accionistas puedan interpretar correctamente la información y tomar decisiones informadas en los momentos clave.
Respeto mutuo y roles bien definidos
Respetar el rol del accionista es esencial, especialmente cuando no forma parte de la gestión operativa del negocio. A menudo, la confianza mal entendida lleva a minimizar la necesidad de reportar información relevante a los accionistas pasivos, lo que puede generar tensiones.
Este respeto y la confianza deben ser mutuos: gobierno y dirección han de informar a los accionistas, y los accionistas deben entender y respetar los roles de administradores y directivos. La confianza debe basarse en la profesionalidad y no solo en la relación familiar. Un sistema claro de roles y responsabilidades evita confusiones y fortalece la relación entre todas las partes involucradas.
Cuando las necesidades de los accionistas se atienden con liderazgo, claridad y respeto, no solo se asegura su compromiso, sino que sus acciones se convierten en una inversión sostenible y valiosa. De esta manera, la empresa familiar no solo prospera en el presente, sino que también se consolida como un legado significativo para las generaciones futuras.
Adaptación de un post publicado originalmente en el Blog de empresa familiar del IESE.
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